sábado, 17 de febrero de 2018

La pérdida de la inocencia


Publicado en Levante de Castellón el 16 de febrero de 2018
La pérdida de la inocencia es ese momento de nuestra vida en que nos damos cuenta de que casi todo lo que nos han contado desde que tenemos uso de razón pertenece a una gran farsa construida para hacernos más feliz la infancia o, si ya estamos en edad adulta, para mantenernos distraídos de los asuntos que a quienes detentan el poder no les interesa que sepamos.
                A veces nos caemos del guindo sin quererlo, por una nimiedad que nos hace abrir los ojos y reparar que hay una realidad  que hasta ese momento nos habíamos negado a ver. Otras veces, son los grandes acontecimientos, normalmente mucho más dramáticos, los que abren el velo de falsedad que rodea nuestra vida.  Es como esas parejas que vive instaladas en una rutina ciega, sin darse cuenta de que cada uno hace su vida por un lado diferente al del otro, hasta que se descubre el engaño, la mentira construida de una vida en común, y el dolor se instala en el alma abriéndonos los ojos que, voluntaria o involuntariamente, tendíamos cerrados.
                Durante todos estos años de democracia, quienes han ostentado el poder, han construido un relato que, sabiamente y con ayuda de los resortes que han levantado para protegerse, nos han hecho creer. Y nosotros nos lo hemos creído, como esos infantes que nunca cuestionarán aquello que les dice sus padre o su madre. Si nos detenemos a reflexionar, son muchos los asuntos que servirían para cuestionar la calidad de la democracia española durante estos cuarenta años. Pero ninguno, desde el punto de vista estrictamente político, es tan grave y ha condicionado tanto la gobernanza del país, como haber mantenido en el tiempo un sistema electoral que ha sido útil, principalmente, para construir una casta de poder, por encima del voto que los españoles depositábamos en las urnas.
                No nos ha de extrañar, por tanto, la reacción de socialistas y populares ante la iniciativa de los nuevos Partidos: Podemos y Ciudadanos, para cambiar unas normas electorales que sólo les benefician a ellos, dejando en la cuneta electoral a cientos de miles de votos, que nos les resultaban útiles. Los argumentos esgrimidos por unos y otros, a derecha e izquierda, en contra de elaborar una ley electoral más proporcional y acorde con la democracia, son tan peregrinos y mezquinos, que sólo pueden tener como justificación el miedo a perder un poder político casi absoluto, que tan buenos dividendos les ha producido.
                Es, por ser benigno, curiosa la coincidencia de PSOE y PP en sus descalificaciones tras la propuesta de reforma electoral: “Es muy curioso que determinados Partidos piensen exclusivamente en sus intereses electorales” (Margarita Robles.  PSOE); “intereses particulares más que generales” (Íñigo Méndez de Vigo. Portavoz del Gobierno). Ante esto, no cabe más que preguntarse si los intereses particulares o electoralistas están más del lado de quienes quieren ampliar la proporcionalidad del voto, para que todos tengan el mismo valor, o de aquellos que tratan de aferrarse a un sistema electoral que ha sido una burla para los electores.
                Incluso, en su papel de aguantar el bipartidismo escudándose en las leyes por encima de la voluntad popular, se permiten el agravio de jugar al escondite con todos nosotros. Dicen en el PSOE que si el PP no entra en el consenso de una reforma electoral, ellos no participarán, a sabiendas de que los populares ya han dicho que ellos no van a sentarse a cambiar un sistema que les beneficia y mucho.
                Al final, uno tiene la sensación de haber sido engañado durante años, y que los promotores del engaño no van a mover un dedo por restablecer la veracidad electoral. Vamos a escuchar variedad de explicaciones, a cada cual más peregrina, por parte de la tropa tertuliana y mediática afín al bipartidismo, para tratar de que sigamos creyendo que los reyes magos son verdaderos, porque son magos y consiguen que elección tras elección ellos se mantengan en el poder, aunque los votos no les sean favorables. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La peligrosa huída hacia adelante de Israel y EEUU

  Netanyahu, EEUU y algún que otro país occidental demasiado implicado en su apoyo a Israel, haga lo que haga, sólo tienen una salida al con...